viernes, 6 de marzo de 2009

Mujeres chilenas pioneras en formar su micro-empresa y ser contratadas por constructoras de prestigio

En chile la diferencia de oportunidades y de ingreso entre el 20% más rico y el 20% más pobre, es del orden de catorce veces. No obstante, en el sector oriente, ya algunas familias podrán decir que se está contribuyendo a rebajar dicha diferencia.Luces de equidad y oportunidades, han sido conjugadas por tres personas claves durante dos años , el primero de ellos, un soñador, Filósofo de profesión (entre otras); es uno de los tantos que busca transformar el Chile que conocemos, en un país avanzado, tecnológico, productivo pero equitativo.El segundo, es un Constructor , con convicciones claras y voluntad de sobra; entereza y capacidades cubiertas por el anhelo de servir y ser mejor, son las características que lo definen.La tercera, una dirigente poblacional tenaz y emprendedora, cuyo objetivo es insertar mujeres al ámbito laboral formal.Tres personas que se hacen cargo con su estilo peculiar, sobrepasando sus propias diferencias, con iniciativas y acciones innovadoras; rompiendo esquemas arraigados aún en muchas instituciones y personas de mi país.

Bajo este trío, y desde sus participaciones, se han capacitado en el arte de la construcción, a 10 mujeres jefas de hogar e hijas en sectores de las poblaciones Vicuña Mackena y Algarrobo pertenecientes a la ciudad de Rancagua en Chile.



Taller de albañilería en San Felices de los Gallegos - Salamanca



Como todos sabrán, el Taller de Empleo en el que estamos es un taller de albañilería, que tiene como objeto la construcción de un velatorio. Hasta ahí nada fuera de lo común si no fuera por un dato: de ocho trabajadores,seis somos mujeres. Y eso ya no es tan habitual en este campo. Y que no es lo más corriente se nota desde el mismo inicio de la actividad.El primer día de funcionamiento del taller de empleo y después de firmar el contrato, lo primero que tiene que hacer una es probarse el uniforme de trabajo para escoger la talla. Algo lógico y fácil... Pues no, porque puedes escoger talla siempre y cuando la tengas a partir de la 40, si no lo único que podrás elegir será uno de los cinturones que tengas con más agujeros y así poder apretar bien los pantalones. De las botas, ni hablar, porque si tienes un pie de “señorita” vas a acabar pareciéndote más a “Fofito” que a cualquier albañil al uso. Eso sí, para la mujer siempre hay una ventaja añadida en seguridad y es que si se le cae algo de peso encima de los guantes tienes muy pocas probabilidades de hacerte daño, pues desde donde acaba la mano hasta el final del guante van varios centímetros.Una vez uniformados, ¡al tajo! Dispuestas a trabajar, igual que cualquier hombre,¡anda que no! Pero es que el asunto tiene sus “cosillas”, porque cuando una se encuentra la hormigonera que una vez llena pesa tres veces más que tú, que los sacos de cemento pesan 35 kilos y para poder con ellos te tienes que agarrar con más fuerza de lo que nunca abrazaste a tu marido y que las piedras de cantería que se ponen multiplican por 3 tu peso, sencillo, lo que se dice sencillo, no es. Pero para todo eso y mucho más tenemos las mujeres mucho ingenio y mucha fuerza de voluntad, porque al fin y al cabo ¿qué vale más?, llevar un carretillo lleno cada veinte minutos o cuatro a medias cada cinco. ¿Qué sale más rentable?, que le pongan una piedra de 150 kilos ó 300 kilos de piedras.En fin que en la albañilería, como en cualquier campo, quizás no haya que plantearse si la mujer vale para ello, sino qué se puede hacer para que todos valgamos igual.


Artículo de : Raquel García / Trabajadora-participante