Éste es el caso de dos alumnas del primer curso del ciclo de Técnico Especialista en Acabados de Construcción del Instituto de la Construcción de Vitoria . A Mercedes González, de 23 años, y su compañera Natacha Tuerubjleb, de 18, siempre les ha gustado "eso de enredar en las típicas chapucillas de casa", por lo que no dudaron a la hora de elegir esta salida profesional que muchos ven dominio único de los hombres.
Con su correspondiente buzo, botas, gafas y casco -las normas de seguridad son obligatorias en este tipo de cursos-, Mercedes y Natacha aprenden las técnicas para alicatar paredes, pintar, colocar pladur o escayola junto con los ocho chicos de su clase. "A mi padre, que es albañil, le enorgullece tener una hija que se dedica a esto", apunta la primera.
Pese a los estereotipos en torno a estos trabajos, las dos corroboran que, salvo algún problema con la hormigonera, no hay carretilla con arena que se les resista. Una situación de igualdad que esperan que siga cuando salgan al mundo laboral.
Fuente: Diario Noticias de Álava
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