martes, 17 de marzo de 2009

A nivel de aparejadora no me ayudó ser mujer

Pilar Mazás es una de las socias de un estudio técnico en Lestedo.
A sus 29 años, Pilar Mazás es una de las dos mujeres que está al frente de un estudio de arquitectura e inmobiliaria en Lestedo (Boqueixón). Natural del vecino municipio de Vila de Cruces, desde que acabó su carrera de Arquitectura Técnica ha pasado por diversos trabajos hasta conseguir un merecido reconocimiento.
Su afición al diseño, que luego, con el paso de los años se convertiría en su trabajo, procede desde su niñez. "Yo era la típica que siempre estaba pintando casas y tenía muy claro lo que quería ser de mayor". El primer escollo lo encontró a la hora de afrontar sus estudios universitarios. La nota media no le permitió entrar en los estudios superiores de Arquitectura, y accedió a la carrera técnica, aunque el paso del tiempo ha demostrado que fue ahí donde encontró la horma de su zapato.
Su asentamiento
Pero fue, sin duda, su llegada a Boqueixón lo que empezó a marcar su trayectoria. Todo comenzaba hace ahora algo más de cuatro años, con algunos trabajos que realizó en el municipio. Eso la empujó a barajar la idea de establecerse en Lestedo, "era una zona sin explotar, que empezaba a despuntar, a diez kilómetros de Santiago. Teníamos confianza en ella", afirma.
Siguieron el proceso: solicitaron subvenciones, contaron con la colaboración del Concello y Pilar se unió a otra socia. Ambas formaron un gabinete formado casi exclusivamente por mujeres que arrancó en Lestedo y O Milladoiro.
Aparentemente, todo parecía ir sobre ruedas. Pero Pilar recuerda épocas anteriores en las que, como suele suceder, los comienzos no fueron fáciles para una joven veinteañera. "A nivel de aparejadora, no me ayudó mucho el hecho de ser mujer", señala. Pilar recuerda que en sus inicios, a pie de obra, tuvo bastantes problemas, "me enfrentaba con obreros que me decían: tú tienes la edad de mi hijo, ¿qué me vas a mandar a mí?’’, reconoce. Hasta el punto de que incluso llegaron a levantarle la mano.
Eso sucedía hace ahora cuatro años. Pero, afortunadamente, las cosas han cambiado mucho desde entonces: "Ahora nos toman mucho más en serio, nos respetan", afirma.
Pilar es soltera, sin hijos y eso le permite compatibilizar el mundo laboral con el familiar. Nunca le sorprendió que el ambiente en el que se mueve está muy marcado por el machismo, sobre todo con una mujer joven y con la carrera recién acabada pero, en este sentido, Pilar da una gran importancia a su trabajo en la zona más rural, "aquí ya no es tan importante el nombre, sino el día a día, que te conozcan, eso te da otra confianza".
Está convencida de que se han dado pasos importantes, pero de que queda mucho camino por andar, sobre todo en ciertos ámbitos. En sus oficinas de O Milladoiro, por ejemplo, "a diferencia de lo que ocurre en Lestedo, más de una persona, cuando empieza a hablarte, te pone por delante, hola, soy abogado o soy médico, y yo digo ¿y qué? Para mí todos son iguales", concluye.
Fuente: tierras de santiago.es

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