jueves, 12 de marzo de 2009

Matilde Ucelay fue la primera Arquitecta en España



Matilde Ucelay Maortúa, de 94 años, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Arquitectura. Ucelay Maortúa fue la primera arquitecta en España, una de aquellas mujeres que "supieron vivir con imaginación y abrieron caminos que ahora se pueden recorrer", ha dicho su hijo, Javier Ruiz Castillo.
Pubicado en el Diario El Pais 08/02/2006
La historia de una arquitecta Matilde Ucelay que nació en Madrid en una familia liberal interesada por las bellas artes, la literatura y el teatro, actividad ésta última que su madre, Pura Maortúa, directora de un grupo independiente -Anfistora-, alimentaba con lecturas y ensayos en la terraza de su casa, en Libertad, 20, donde conoció a Federico García Lorca.
Cuando Matilde Ucelay estudiaba Arquitectura en los años 30 era la única mujer, lo que además de provocar alguna dificultad -"se tuvo que adaptar un aseo para chicas porque no había"- suscitaba respeto y se cuenta que cuando entraba en clase todos se ponían en pie.
La hoy galardonada formó parte de la Junta del Colegio de Arquitectos y fue represaliada por un tribunal profesional debido a su filiación republicana y condenada a cinco años sin ejercer, inhabilitándola a perpetuidad para ocupar cargos públicos, lo que le obligó durante un tiempo a trabajar en proyectos que luego firmaban algunos de sus compañeros.
La mujer en el mundo de la construcción

El título de este trabajo hubiese sido impensable hace dos siglos atrás. En nuestra sociedad siempre se ha relacionado el mundo de la arquitectura con el género masculino, ya que hasta finales del siglo XIX siempre se ha concebido a la mujer como responsable del mundo interior (la familia) y no del mundo exterior (la construcción). En cambio, el hombre era el encargado de llevar el dinero a casa, era el que trabajaba.

Asimismo eran los únicos que tenían acceso a las universidades, ya que dicho acceso estaba prohibido para las mujeres.

Es a mitad del siglo XX, después de la II Guerra Mundial cuando comienza a abrirse paso la organización de la sociedad moderna, en la que se conceden derechos civiles y políticos a las mujeres.

En la década de los 70, se observa una aceleración considerable en este proceso, ya que surgen diversas transformaciones en los derechos de la mujer: pensiones de jubilación, prestaciones, despenalización del uso de anticonceptivos, etc.

La evolución de la mujer a la incorporación a los puestos de trabajo ha sido de manera progresiva, con un mayor desarrollo en los últimos veinte años. Esa incorporación de la mujer al mundo laboral se ha producido desigualmente según sectores. Las tres cuartas partes de las mujeres activas se dedican al sector servicios, con el acceso a profesiones y puestos superiores, dándose un notable abandono de puestos de trabajo en el sector de la agricultura.


LA MUJER EN LA CONSTRUCCIÓN

Más de 127.000 mujeres trabajaban en España en el sector de la construcción, según la última estadística oficial disponible. De ellas, alrededor de 18.000 lo hacían en obras, como técnicas de prevención de riesgos, inspectoras y otras labores especializadas, y cerca de 1.800 como peones, es decir, encargadas de labores de albañilería, pintura, maquinaria ligera y gruistas, entre otras.

La incorporación de la mujer al sector de la construcción se ha desarrollado a lo largo de los últimos cinco años, según el secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de la Federación de Construcción de Comisiones Obreras, fundamentalmente por la demanda de mano de obra originada por el continuo crecimiento del sector.

Las mujeres ocupan hoy puestos de trabajo en todo tipo de labores, aunque en las canteras, debido a las características que exigen estos puestos, su presencia es muy escasa, al igual que en la minería, sector en el que podrían contarse con los dedos de una mano las mujeres que trabajan en las explotaciones.

En el proceso de integración, las mujeres han tropezado tradicionalmente con el problema de la excesiva tolerancia de sus compañeros varones, que no aceptan que las mujeres puedan realizar tareas basadas en la fuerza física o que impliquen cierto riesgo físico, aunque es un problema que con la creciente presencia de mujeres en las obras tiende a desaparecer.

La participación de mujeres en las obras de construcción es mayor cada año, ya que cada vez más las mujeres con carreras universitarias superiores o medias en el sector, especializadas en prevención de riesgos laborales o aquellas que, a través de cursos, acceden a puestos como gruistas, pintoras, encargadas de maquinaria ligera, etcétera.

En cuanto a la retribución, no existe discriminación entre hombres y mujeres que trabajan en el sector de la construcción. Las retribuciones son exactamente iguales. Todo el mundo que realiza el mismo trabajo cobra lo mismo, sea hombre o mujer, español o inmigrante, señaló. Sin embargo, y según las estadísticas del Ministerio de Trabajo e Inmigración, construcción es uno de los sectores en los que la satisfacción de las mujeres por el trabajo que realizan es menor a una media de 7,4 puntos de satisfacción de los varones, las mujeres se quedan en un 6,9 cuando valoran su trabajo.

Las mujeres no sólo son capaces de realizar el trabajo igual que los hombres, sino que, además, son 'menos temerarias'. Una virtud que, según el presidente de la Federación Gallega de la Construcción, fomenta una reducción en los altos índices de siniestralidad laboral que suele registrar este sector.


LA MUJER EN LA ARQUITECTURA. MUJER PIONERA.

Como hemos comentado anteriormente, la incorporación de las mujeres a las universidades y por tanto, al mundo laboral, se produce a principios del siglo XX. Siglo en el que comienza a estudiar en España, Matilde Ucelay (Premio Nacional de arquitectura), arquitecta pionera de nuestro país. Fue la mujer que abrió el camino hacia la arquitectura a varias generaciones de mujeres que tenían sus mismas inquietudes.

Según datos del Consejo de arquitectos, las mujeres representan el 17% del colectivo general de arquitectos de nuestro país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario