jueves, 12 de marzo de 2009


"Manos a la obra", dicen mujeres albañiles mexicanas.
México, (Notimex). El maquillaje, los tacones, el perfume y los aretes han sido sustituidos en la bolsa de Lucy por una espátula, una regla, una cuchara, una gorra y unas zapatillas; feminidad que se desvanece cuando supervisa la labor de otros albañiles.
Lucía Segovia forma parte de ocho por ciento de la población femenina que en México aporta su fuerza laboral a la industria de la construcción.
Esta mujer dejó la secundaria y se lanzó al mundo laboral, primero como costurera y cuatro años en un oficio cercado por hombres que hace más de una década cuenta con un pequeño, pero penetrante aroma de mujer.
"Estoy aquí por gusto, por necesidad, porque mi trabajo me ayudará a terminar mi carrera y seré arquitecta. Las reparaciones de la casa las hago yo, me ahorro unos pesos", aseveró orgullosa enfundada en su uniforme naranja con amarillo.
Con su optimismo como mejor carta de presentación, narró en entrevista con Notimex, en la que comenzó como chalán, después como resanadora y hasta que un día su jefe le encomendó la tarea de supervisar a sus compañeros, quines en principio la vieron con recelo y escepticismo.
Lucy sufre los estragos del Sol, el tránsito, las manifestaciones y la lluvia para llevarse semanalmente a su bolsa mil 200 pesos, que invierte con su pareja para construir su casa.
"La semana pasada una mujer llegó manejando una mezcladora, ¡imagínate!, un camión enorme que transporta mezcla, descargarla en el lugar exacto; yo quiero aprender eso, todos los días quiero saber cosas nuevas", acotó.
Precisó que las mujeres que trabajan como albañiles laboran casi siempre como afanadoras, aunque algunas desempeñan tareas de carpintería o se dedican a tareas específicas en el sector.
Publicado por: M.D Maestre, Antonio F.Romero y Cristina Sarciat

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