jueves, 12 de marzo de 2009

· ¿Qué se valora de un hombre?
Generalmente la sociedad valora de un hombre la capacidad de dominio que tenga, si es lo suficientemente autoritario, es decir, todo lo que digan se tiene que hacer solo porque son hombres y lo dicen ellos. Por otro lado también se valora la fortaleza física y moral, que debe ser alta ya que un hombre tiene que poder coger cualquier cosa sin ayuda y por supuesto no debe llorar y ni puede ser débil. Los modales en un hombre no importan como sean e incluso cuanto peor sean, mejor, porque así demuestran más virilidad para la sociedad.
Personalmente un hombre debe de ser responsable, tolerante y ante todo realista, sabiendo que no siempre tendrá la razón y deberá dar su brazo a torcer de vez en cuando.

· ¿Qué se valora de una mujer?
Por el contrario de una mujer la sociedad suele valorar lo guapa que es y el buen cuerpo que tiene, la forma de vestir y la presencia que muestre hacia el mundo. Una mujer debe ser sensible, comprensiva y agradable, con una educación impoluta y una cortesía inmejorable. Aunque también es cierto que se valora la capacidad que tienen para realizar los trabajos que se les encomiendan, siempre con una perfección y una organización adecuada a los requisitos de la tarea encomendada. Por lo que en una mujer se valora la perfección y sobre todo la organización.
Aunque se escuche comúnmente que las mujeres son las que mandan a ningún hombre sea cierto o no le gusta reconocer que hace lo que su mujer quiere, sino que es ella la que responde a sus ordenes. Sin duda una mujer no debe dejarse dominar solo por su sexo, una mujer debe hacer lo que quiera con libertad, sin sentirse obligada.

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¿Son discriminados los hombres o mujeres por el mero hecho de no seguir estos estereotipos?
En la sociedad actual, la conducta de las personas debe depender de su género cumpliendo con unos estereotipos fijados desde siempre. En el caso de que alguien tuviese un comportamiento que no es el adecuado según lo establecido por su sexo, ya esta mal visto y será rechazado por la sociedad.
Es cierto que desde el comienzo de la II Guerra Mundial cuando la mujer abandona su casa para incorporarse al mundo laboral para así ayudar en la economía al país, la sociedad ha comprendido que la mujer no es solo un objeto que limpia y del que se puede presumir según su belleza o según su capacidad de trabajo, obediencia, etc. La sociedad esta madurando poco a poco dándose cuenta de que los tiempos y por tanto el mundo cambia, y que depende de la personalidad y no del género el comportamiento de las personas y los gustos, pero todavía no ha llegado el momento de dejarlo pasar todo. Se han admitido el que una mujer no tiene porque llevar falda, las bodas entre homosexuales, los hijos nacidos fuera del matrimonio, los padres y madres solter@s, etc. Pero aún se siguen descalificando a las personas que realiza algo no estipulado por la sociedad.
Todavía tenemos la esperanza de que se produzca el cambio definitivo que va ha tardar mucho tiempo.


MD Maestre Coello

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